Ollanta Humala y su deuda pendiente con Puno y los aymaras

Ollanta Humala y su deuda pendiente con Puno y los aymaras.-Diario Los Andes de Puno.-Humberto Ccopa.-Regional.- Viernes 29.05.2015.- 04:50h.-Masiva fue la participación de los puneños en el paro 48 de horas (miércoles y jueves), en solidaridad con la provincia arequipeña de Islay, que lleva 62 días de huelga, en rechazo al proyecto Tía María. Con esta medida de lucha, se evidenció que el presidente Ollanta Humala tiene aún una deuda pendiente con los aymaras, quienes en el 2011 suspendieron una huelga semejante por los comicios presidenciales.

Las organizaciones populares y sindicales de la región Puno, en una masiva movilización, le dijeron al gobierno de Ollanta Humala que el proyecto minero Tía María “no va” y que debe cesar de inmediato la represión en contra de los agricultores del Valle del Tambo. En los dos días paralización, en las ciudades de Puno y Juliaca, no hubo servicio de transporte urbano ni comercio, cosa que se replicó en el resto de las provincias; un acto de solidaridad loable con un pueblo indefenso que vive 62 días de huelga, y con un saldo de 4 fallecidos. Ni la visita del Premier Pedro Cateriano pudo sofocar el descontento social contra el presidente Ollanta Humala. Los puneños respondieron con contundencia y firmeza, negándose a aceptar la actividad minera opresiva y poco responsable, tanto a nivel social como ambiental. “La percepción de los pueblos es que no se beneficia con la minería; la minería beneficia a empresarios mineros y es una actividad temporal, lo queda es la ganadería y agricultura, pero está bastante menoscabada”, señaló el líder de Poder Democrático Regional, Alberto Quintanilla Chacón. Asimismo, criticó duramente la repentina visita de Pedro Cateriano, un día antes del paro macro regional de 48 horas. “Su presencia ha contribuido al éxito del paro”, subrayó Quintanilla Chacón, al tiempo de señalar que el Premier vino a Puno para recordarle a la población que existe la represión y la carencia de soluciones. “La población tiene una apreciación de que el Estado no está cumpliendo con sus obligaciones; estamos frente a un Estado débil y ausente, en algunas zonas como la Rinconada, tenemos un Estado fallido”, comentó el líder del PDR, refiriéndose al fracaso del proceso de formalización de la minería informal e ilegal. Si bien el paro antiminero se desarrolló de manera pacífica, como se había advertido, el sur de Puno quedó paralizado: no hubo servicio de transporte hacia la frontera con Bolivia, debido al bloqueo de vías en varios tramos de la vía Puno-Desaguadero. Una vez más, la participación de las comunidades aymaras fue decisiva en la lucha contra las concesiones mineras; lo que viene pasando en el Valle del Tambo, también nos recuerda a lo que pasó en el 2011, en las provincias del sur de Puno. “Si el gobierno no levanta el Estado de Emergencia y continúa la represión, la situación podría agravarse”, indicó el ex candidato a la presidencia regional de Puno y ex presidente del Frente de Defensa de Recursos Naturales de la Zona Sur, Walter Aduviri Calisaya. Recordó que en el 2011 el pueblo aymara se levantó en defensa de los recursos naturales, y que luego de 45 días de huelga, el gobierno de Alan García se vio obligado a suspender temporalmente el proyecto minero Santa Ana, a cargo de la transnacional Beark Creek. En su opinión, la denominada gesta social del “aymarazo” quedó como precedente de lucha social reivindicativo, y a partir de ese momento las comunidades aymaras se encuentran vigilantes contra toda actividad minera que ponga en riesgo el medio ambiente. “El pueblo aymara está sólido y firme en sus decisiones; en decir: ‘no a las empresas transnacionales’”, reiteró Aduviri Calisaya, considerado como uno de promotores del aymarazo del 2011, por lo que actualmente enfrenta un proceso judicial, por delitos de extorsión agravada, disturbios y obstrucción del transporte público. A su turno, Vladimiro Centeno, activista del Movimiento de Afirmación Social, consideró que las protestas antimineras no necesariamente están en contra de la inversión, sino que hay un rechazo con el modelo extractivista. “Lo que percibimos es un Estado vertical y autoritario; en lugar de promover el diálogo entre las partes en conflicto (pueblo y empresa minera), lo que hace es reprimir, y eso genera reacción”, comentó Vladimiro Centeno.
JULIACA PARALIZÓ POR COMPLETO. Tal como sucediera en el primer día de paralización, en la víspera los comerciantes y transportistas, así como el personal de las instituciones públicas y privadas, dejaron de laborar totalmente, evidenciando así su apoyo a las poblaciones del Valle del Tambo, en Arequipa. Los centros de abastos más importantes de la Ciudad de los Vientos, como el mercado Túpac Amaru o el mercado Santa Bárbara, amanecieron con las puertas cerradas, lo mismo que el mercado internacional El Altiplano (San José) que cada día jueves tiene alta actividad comercial. De igual forma, las principales calles estuvieron bloqueadas, impidiéndose el paso de cualquier unidad vehicular. En tanto, grupos de manifestantes hacían sentir su malestar por la actitud del gobierno de Ollanta Humala ante las protestas de las poblaciones afectadas por las concesiones mineras. La Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez, cabe mencionar, también se unió a las protestas y amaneció con las puertas cerradas, tal como la Universidad Nacional de Juliaca.
AZÁNGARO Y MELGAR. Los pobladores de las provincias de Azángaro y Melgar se plegaron a la protesta de 48 horas, programada para los días 27 y 28 de mayo, en rechazo al proyecto Tía María y en apoyo a los pobladores de la provincia de Islay, en Arequipa. En Azángaro, el transporte, comercio y mercados paralizaron sus actividades y aprovecharon para cuestionar al alcalde, Isidro Solórzano Pinaya, sobre su inacción por la contaminación de los ríos por parte de mineros informales de Pampa Blanca. Asimismo, en Melgar los pobladores paralizaron también sus actividades, plegando a la plataforma de lucha el rechazo a las concesiones mineras de Ciemsa Las Águilas y Aruntani, que contaminan el agua y las tierras de la zona. Los más de un millar de protestantes acusaron a los funcionarios de la Autoridad Local del Agua de Melgar y la Junta de Usuarios del distrito de Riego Ramis por otorgar una autorización a la empresa Aruntani para evacuar aguas de sus pozas de lixiviación al río, lo que contaminó todo el agua de la cuenca.
PARO CONTUNDENTE EN EL SUR. En la provincia de Ilave, así como en la de Yunguyo y Chucuito, las muestras de solidaridad con los manifestantes en el Valle del Tambo también fueron contundentes. En Ilave, además de los mercados e instituciones, que no laboraron, las principales calles fueron bloqueadas, tal como el puente antiguo que ostenta esta localidad. En el distrito fronterizo de Desaguadero ocurrió lo mismo. Allí el puente internacional que comunica a nuestro país con Bolivia fue también bloqueado por los manifestantes, impidiendo cualquier tipo de actividad comercial. Ellos también le dijeron a Ollanta Humala que Tía María “no va”. 
HUBO MITIN EN LAMPA. En la provincia de Lampa, en tanto, las cosas fueron parecidas. Los pobladores de esta localidad se movilizaron en piquetes, ubicándose en diversos puntos de la ciudad para darle contundencia a la paralización. A ello contribuyó el apoyo de tres empresas de transporte interprovincial. Antes de culminar el paro macrorregional, dirigentes y manifestantes desarrollaron un mitin en la Plaza Grau, cuestionando y rechazando la política actual de concesiones mineras implementadas por el gobierno de turno, dando a conocer que gran parte del territorio lampeño estaría concesionado a empresas mineras transnacionales.
PACÍFICO PARO EN MOHO. Las organizaciones sociales de la provincia de Moho también acataron pacíficamente esta paralización. En la medida de lucha no se registró ningún enfrentamiento, pero sí el bloqueo de las principales vías de comunicación y el cierre de los centros de abastos e instituciones públicas y privadas. Al final hubo también un mitin en la plaza de la localidad.