miércoles, 29 de mayo de 2013

La matonería no es buena.

La matonería no es buena.-Diario La Región Ilo Moquegua.-Miércoles, 29 de Mayo de 2013.-08:00.- Nadie en su sano juicio podría pensar que esta gestión municipal es cómo lo pinta el alcalde Jaime Valencia Ampuero, qué, con bombos y platillos y cierta dosis de narcisismo, hace alarde de estar en la cumbre de una buena gestión. Basta solo ver que en estos más de dos años de gestión se resume en obras intrascendentes realizadas y lo que él llama de Impacto. Puede ser de impacto pero no es de esas obras que hace impacto en el desarrollo social de la población sino, de impactos molestosos, que no dejan tranquilo a la población por los ruidos impactantes que producen la maquinaria que rompe veredas para luego reponerlos. Eso es como una muestra que hasta la fecha no se haya logrado una obra de real impacto, si se suma a ello las falsedades de lo dicho en su mensaje a Ilo por el 43 aniversario vemos, que ya es incapacidad, ya que lejos de hacer un discurso alentador, y prometedor, solo fue una discurso político cargado de odio, rencores quejas lastimeras, haciendo ver que hasta este momento solo ha recibido críticas que no lo dejan trabajar. Craso erros seria que como medio de comunicación avalemos lo que no se debe avalar, eso sería engañarlo al mismo alcalde para mantenerlo en la burbuja de la ilusión que cree estar. Lo que sí es evidente, es que su proyecto político familiar se está desmoronando por el noviciado que están pagando caro, él como alcalde y su hijo como congresista, ambos creen gobernar, creen tener el poder de decidir qué es lo bueno y lo malo para el pueblo, falso, lo que sí es cierto es que ambos amasan poder político que no saben cómo manejarlo ya que ni el alcalde ni el congresista saben manejar ese poder que tienen, y cuando el poder político está en malas manos, ésta se convierte en tiranía, por el abuso de poder que ostentan. Una prueba de ello, es la cobarde agresión a sus oponentes o fiscalizadores, caso Regidor Enrique Supanta a quien prácticamente lo masacraron, el Congresista Jaime Valencia Quiróz, su hermano Carlos Valencia Quiróz su asesor Jorge Castro y en presencia del alcalde padre de los hermanos Valencia. Estos hechos hacen suponer que ambos, alcalde Valencia y su hijo Congresista, la noche de la agresión no solo estaban ebrios de licor, sino estaban ebrios de poder al extremo de hacerle cargamontón a uno que cumple con su labor de fiscalizador. La pregunta sale de por sí, si Enrique Supanta fuera de aquellos que le hablan cantos de sirena y cosas que le suene bonito al alcalde, ¿lo habrían masacrado de esa manera?. La verdad de todo, es que la matonería parece que lo llevan en la sangre, porque el clan Valencia fueron los agresores según lo señala el regidor y si es así podemos decir que de tal palo tal astilla, tales son los que ahora manejan la administración de la ciudad, con una gestión terriblemente desastrosa.

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