Bolivia declara la diablada como su patrimonio exclusivo. Nació en Juli en el siglo XVI y se desplazó más alla del altiplano.

Diario Correo de Puno - La poca capacidad de entender que las manifestaciones culturales creadas por los habitantes del altiplano no tienen nacionalidad, y que son compartidas desde tiempos inmemoriales hasta hoy por la doble o triple frontera común, hacen que el mandatario boliviano Evo Morales trate de remontar su deteriorada imagen política promulgando una ley que declara a la diablada como patrimonio exclusivo de su país. Al no poder demostrar históricamente que la citada danza tenga por cuna originaria a Bolivia, el pasado lunes promulgó una ley en la que declara Patrimonio cultural de Bolivia la danza folclórica llamada "Diablada" para evitar que otros países "se adueñen" de ella.  LA BELLA. Haciendo un poco de referencia, el año 2009, el mandatario boliviano desató esta controversia cuando la peruana Miss Universo 2009, Karen Schuarz Espinoza, luciera un traje inspirado en la diablada puneña, diseñado por Ricardo Dávila. Este suceso fue muy bien aprovechado por el líder del MAS no tanto para defender su patrimonio cultural sino por intereses políticos ante la cercanía de las elecciones presidenciales en el país altiplánico, levantando con ello su imagen para la reelección presidencial. En esa oportunidad Correo ilustró, con datos históricos, el nacimiento de esta expresión cultural y su expansión por toda América, siendo reconocido por importantes personalidades de Bolivia que le exigieron a su gobierno una severa investigación sobre el tema, pero nunca tuvieron la capacidad de desmentir lo expuesto por este diario que probó que la diablada nació en Juli hace varios siglos. LA CANDELARIA. Esta desesperada promulgación del Gobierno boliviano obedece a que gracias a la controversia del año 2009, en la actualidad el mundo entero reconoce que la diablada más popular es la puneña y por ello en la Festividad de la Virgen de la Candelaria, asiáticos, norteamericanos, europeos, africanos, entre otras nacionalidades, la disfrutan y la bailan porque saben que danzan en la cuna de la diablada altiplánica y esto convierte a Puno en la capital mundial de la diablada. Ante esta realidad del desarrollo y aporte de la cultura peruana, resulta que Bolivia solo atina a promulgar leyes que son muertas, porque con o sin ellas, Puno, Chile y Bolivia seguirán bailando endiabladamente la diablada puneña, la misma que nació en Juli allá en el Siglo XVI y que, después de dos siglos, llegó a Bolivia. Evo busca dividir a los aimaras: Estas posturas del Gobierno boliviano felizmente son solo de un pequeño grupo del entorno de Evo Morales que pretende enfrentar con la diablada a aimaras contra aimaras, pero con la experiencia del 2009 sabemos que ésa no es la postura ni la posición mayoritaria de la población boliviana, que reconoce que desde tiempos ancestrales somos una sola raza y una misma cultura que la hemos compartido por siglos. Lo bueno que tiene el Perú: Mientras los bolivianos canten canciones peruanas, bailen cumbia peruana, escuchen el peruanísimo Cóndor Pasa, disfruten del huayño peruano, bailen extasiados un valcesito criollo, en el Perú nadie usará los adjetivos que usan algunos de sus paisanos. Seguiremos contentos porque esa es una muestra que también tienen buen gusto para aceptar lo bueno que tiene el Perú.

Bolivia declara la diablada como su patrimonio exclusivo. Nació en Juli en el siglo XVI y se desplazó más alla del altiplano. Informa el diario Correo de Puno en su edición del miércoles 13 de julio en su portada principal y en su página 2.