Gobierno cede a presiones.-Diario Correo de Lima.-12 de noviembre de 2011-06:14 a.m.-Lima - Luego del papelón que hicieron el jueves los ministros de Agricultura y de Energía y Minas en Andahuaylas, de donde huyeron velozmente en sus camionetas rumbo al aeropuerto, el Ejecutivo firmó ayer un acta con los huelguistas en la que se compromete a excluir a esa provincia de toda actividad minera.
Y aunque el premier Salomón Lerner enfatizó que el Gobierno no cederá a la presión de pequeños grupos que pretenden sembrar la violencia, el texto del acta firmada por ambos ministros, con la Junta de Riego de Andahuaylas (Judra), deja algunos cabos sueltos y varias interrogantes. La principal propuesta de la comisión de alto nivel del Gobierno, según el acta, precisa que representantes del Ejecutivo "llevan la propuesta de excluir en el futuro a la actividad minera en las provincias de Andahuaylas y Chincheros". Asimismo, declaran "comprender" que los representantes de Andahuaylas y Chincheros "no quieren actividad minera para preservar las condiciones del desarrollo de la agricultura". Ambas partes rechazan que la minería se ejerza en forma ilegal e informal, y el Ejecutivo apoyará al gobierno regional para erradicar esa actividad. Informes desde Andahuaylas dieron a conocer que los representantes de la Junta de Riego de dicha jurisdicción y Chincheros se dieron por satisfechos con las firmas de los ministros y acordaron levantar la huelga por un periodo de 15 días. Anunciaron que reanudarían esta presión de manera más radical si el Ejecutivo no declara a ambas provincias zonas excluidas de la actividad minera. Sin embargo, por la noche se informó que un sector de los dirigentes agrarios y organizaciones sociales acordaron desconocer la tregua hasta que el Gobierno no emita el respectivo decreto supremo donde declare a las provincias como zonas de exclusión minera. Los pobladores antimineros se movilizaban anoche por las calles de Andahuaylas amenazando con radicalizar nuevamente su medida hasta no ver que el primer ministro Salomón Lerner haga oficial su compromiso.
REHENES DE ALTO NIVEL. Los ministros de Agricultura, Miguel Caillaux, y de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, estuvieron el jueves a punto de ser tomados como rehenes por los exaltados manifestantes concentrados en las afueras del nosocomio donde se instaló la mesa de negociaciones.
Alertados por personal de seguridad ante los movimientos en el exterior para cerrar cualquier posibilidad de escape, los ministros abordaron precipitadamente sus vehículos para evitar una eventual captura. Tras el retiro de los funcionarios, se desató la ira de los manifestantes. Los enfrentamientos con el escaso personal policial presente dejó un saldo de 38 heridos, entre ellos una veintena de policías. A esto se sumó un amago de incendio de una oficina del gobierno regional. Seis de los heridos han sido trasladados a hospitales de Lima.
TELÓN DE FONDO. La minería informal y el narcotráfico están detrás de las organizaciones "antimineras" de Andahuaylas y Chincheros, en opinión de Miguel Santillana, investigador del Instituto Perú, de la Universidad de San Martín de Porres. "Andahuaylas y Chincheros (provincias apurimeñas) son una conocida zona de narcotráfico que pide que se declare (esta zona) libre de minería en una zona donde no hay ninguna operación importante de minería formal", afirmó en Canal N. Según su enfoque, en ese departamento se ha creado un frente de mineros artesanales, vale decir informales, que no tienen ninguna concesión, pero que ambicionan frenar cualquier ingreso de empresas formales y ser ellos los que exploten sin control los recursos mineros. Buena parte de los conflictos sociales, como los de Apurímac, Cajamarca, Puno y Áncash, tienen su origen en los pactos políticos que el entonces candidato presidencial Ollanta Humala, o sus operadores, firmaron con los caciques regionales a cambio de su apoyo electoral, asegura el investigador. "Y ahora esta gente les está pasando la factura. El agua es un pretexto, lo que les interesa es la minería informal", reveló.
PRINCIPIANTES. Al respecto, el exministro del Interior y analista político Fernando Rospigliosi criticó duramente la actuación de los ministros de Agricultura y de Energía y Minas en Andahuaylas. "Han cometido todos los errores de principiante; negocian con la carretera tomada, se meten en el centro de la manifestación con huelguistas exaltados. Negociar bajo esa presión es imposible. La única posibilidad es ceder a todo", afirmó. "Es lamentable la ineptitud de este Gobierno para negociar, cuando ellos decían que eso era su fortaleza, que con Humala iban a terminar los conflictos sociales", expresó. Rospigliosi coincidió con Santillana en que la minería ilegal de Andahuaylas "está ligada al narcotráfico", pues es una zona de paso de la droga que viene del VRAE. "Hay un laboratorio que transforma la pasta básica en cocaína, hay gente que transporta la droga hacia la Costa. Esta gente, al mismo tiempo, ha incursionado en la minería informal. Ellos quieren que se vaya la minería formal".
Rospigliosi resaltó que la actual administración haya decidido atacar las dragas de la minería informal de Madre de Dios, y espera que se mantenga firme y no termine cediendo a las presiones.
"No caeremos en el juego": El primer ministro, Salomón Lerner Ghitis, lamentó los actos de violencia que se registraron en Andahuaylas y aseguró que el Gobierno no cederá a la presión de pequeños grupos que pretenden sembrar la violencia. "Tenemos el encargo del presidente Ollanta Humala de resolver los conflictos sociales mediante el diálogo, pero tampoco vamos a caer en el juego de aquellos pequeños grupos que están interesados en sembrar el caos, la violencia y que pretenden boicotear la imagen que el Perú ha ganado", manifestó. "Por más que hayan votado o no por nosotros, no vamos a aceptar que estos pequeños grupos creen caos en el país. No vamos a caer en este juego de grupos extremistas", subrayó.
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