domingo, 1 de mayo de 2011

La popularidad de Susana Villarán continúa en picada

La popularidad de Susana Villarán continúa en picada.  Encuesta de Datum le dio tan solo 18% de aceptación popular a su gestión municipal. Algunas promesas aún no cumplidas y la ausencia de obras visibles serían la causa, según expertos. Peru 21- Dom. 01 may '11. Con menos de doscientos días en la alcaldía de Lima, los niveles de desaprobación de Susana Villarán alcanzan el 61%, mientras que solo un 18% apoya su gestión, según última encuesta de Datum. Si comparamos el respaldo a la actual alcaldesa registrado en marzo último –34%– la cifra actual es un signo de preocupación. Los motivos de su baja popularidad se explicarían por la alta expectativa de los ciudadanos ante algunas promesas aún no cumplidas, y la ausencia de obras visibles en la ciudad. INSATISFACCIÓN. El escritor y comunicador Gustavo Rodríguez cree que la impopularidad de la alcaldesa es consecuencia de su negativa a dirigir la comuna metropolitana con modales “efectistas”. Sin embargo, también agrega que le faltó plantear promesas electorales que hubiera podido sostener en sus primeros cien días. “Con el anterior alcalde, los limeños se acostumbraron a una inauguración tras otra. Si se comparan ambas gestiones, evidentemente, los ciudadanos estarán impacientes con Villarán”, opina Rodríguez. Para el experto en derecho municipal, Marco Tulio Gutiérrez, el problema actual es la insatisfacción de la población debido a las expectativas que colmaron la campaña electoral para el municipio. En el caso de la actual responsable del Concejo Metropolitano, esas promesas se centraron en los temas de educación y seguridad ciudadana. “El traspaso de la administración educativa al ámbito metropolitano recién empezará en 2013. En cuanto a la seguridad ciudadana, solo se ha visto, además de la ampliación del Plan Zanahoria, reuniones con algunos alcaldes y con el ministro del Interior, pero nada contundente aún”, refiere Gutiérrez. Además, según el letrado, el incremento gradual de los ambulantes en el Centro, y la permisibilidad mostrada ante la ocupación de los azucareros de la Plaza Dos de Mayo, representaron una señal de falta de autoridad para los limeños. En cambio, el especialista municipal Julio César Castiglioni sostiene que la baja popularidad de la alcaldesa es resultado de una incomprensión de las personas ante lo que debe ser prioridad ahora: la puesta en orden del manejo interno del municipio como requisito indispensable para asumir luego la concreción de grandes proyectos. “Se piensa que Villarán puede, en lo inmediato, disponer de grandes obras, pero ella se ha encontrado con el presupuesto aprobado durante la administración de Castañeda. Si quiere construir deberá modificar ese presupuesto a través de un estudio técnico, y si no se realiza el estudio, ella es susceptible de ser denunciada por delito de malversación de fondos o peculado”, aseguró Castiglioni. SOLUCIONES. La situación para la autoridad edil de Lima es complicada. No obstante, hay posibilidad de revertirla. Rodríguez apunta que la impopularidad de Villarán decrecerá con el planteamiento de obras más concretas. “Las personas estarán más expectantes el día en que se muestre la maqueta del proyecto Río Verde, o cuando con mano dura se reordene el tránsito en la capital”, explicó. El también publicista manifestó que la alcaldesa pudo haber tenido una mejor proyección hacia los ciudadanos si hubiera apostado desde el comienzo por una agresiva campaña de comunicación para explicar al público sus plazos de trabajo, entre ellos, por ejemplo, cuánto demoraría en reordenar administrativamente la comuna. Castiglioni señala que Villarán “necesita rodearse de buenos funcionarios” que sepan transmitir a la población claramente los planes de su gestión. Por su parte, Gutiérrez estima que solo queda, por el momento, apelar a la calma y la tranquilidad –tanto de parte de los impacientes ciudadanos como de la propia Villarán– pues recién en 2012 podrá verse las obras que la actual gestión conciba. EXPECTATIVA. A la alcaldesa le espera un trecho de subida. Recordemos que, hace unos días, ella minimizó los índices de desaprobación mostrados por algunas encuestas pues, aseveró, no tenía la obligación de cambiar la opinión de la gente. “Mi obligación como autoridad elegida para la Alcaldía de Lima no es revertir opiniones, mi obligación es trabajar para responder a las angustias de la sociedad de Lima y a mis compromisos de campaña”, indicó entonces. En todo caso, luego de presentar el informe sobre sus primeros cien días a la cabeza del Concejo Metropolitano, expresó que los resultados de “muchos procesos” serán “visibles en los próximos meses”. Otra promesa que muchos esperan ver cumplida.

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