Viceministro: Juan Carlos Alurralde, ante un micrófono, en medio de autoridades de Relaciones Exteriores |
LOS PRIMEROS CONTACTOS. El Viceministro de Relaciones Exteriores informó, también, que los agentes consulares bolivianos en Iquique entablaron contacto con los militares que permanecen detenidos en un retén de Carabineros situado en Colchane, aunque ayer fueron puestos a disposición de la Fiscalía civil, que coordina actividades investigativas con un fiscal militar en la zona de Pozo Almonte, en la Segunda Región del vecino país. “Ellos se encuentran absolutamente bien, se están haciendo las gestiones y las investigaciones, y se va a llevar todas las pruebas que demuestran esto a lo que me he referido. Se les va a enviar el domingo (hoy) a Iquique, donde se va a producir una audiencia y esperamos que esto esclarezca todo este lamentable hecho, y no se produzca ninguna consecuencia más ni especulaciones”. Respecto de los motorizados en los que viajaba la patrulla y las armas que portaba, Alurralde dijo que “esos vehículos fueron incautados a la altura de la comunidad de Huallya, entre el 11 y el 12 de junio, respectivamente, porque habían ingresado de manera ilegal a Bolivia. Creemos que los choferes se dieron a la fuga y dejaron estos autos abandonados en territorio boliviano, y lo que sucedía es que se estaba procediendo al traslado y a la concentración de todos los vehículos incautados en la zona de Pisiga”. Los vehículos, marcas Toyota y Daihatsu, empero, están registrados a nombre de dos ciudadanos naturalizados chilenos que viven en Alto Hospicio, Iquique, y que los denunciaron como robados. Los militares bolivianos son investigados por este hecho, pero el Vicecanciller dijo que desde la semana pasada, efectivos del Comando Conjunto Andino secuestraron, en 10 días de operaciones, más de un centenar de vehículos ilegales en la región fronteriza que comprende unos 980 kilómetros entre los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí.
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