Aunque las autoridades prometieron apoyarlos y como si se tratase de ‘golpe de pecho’ desfilaron uno a uno por los pasillos del hospital regional para mostrar su respaldo, a la fecha las promesas han quedado en saco roto y muchos de ellos han tenido que cubrir con sus propias medicinas y hasta han tenido que soportar inadecuadas atenciones médicas como lo prueban los perdigones que aún permanecen en su cuerpo. Es más, en un acta suscrita en el despacho de Presidencia Regional, las autoridades se comprometieron y colocaron en uno de los puntos que exigirían al ejecutivo, el no abandonar el tema de la violenta represión, pero esto también parece haberse quedado en el olvido. La mesa de diálogo se instaló el pasado 10 de octubre, pero en aquella cita tampoco fue planteado el tema y se dejó que la policía denunciara a estos comuneros y que la Fiscalía de Candarave exija su presencia el próximo 24 de octubre, pese a que la mayoría de ellos aún no se recupera. Y en el colmo del olvido, los congresistas por Tacna ni siquiera hicieron el esfuerzo para hacer respetar los derechos de los comuneros y después de aquella vez, nunca más volvieron a interesarse por los heridos, tal como ellos mismos denunciaron la noche en que fueron dados de alta a pesar que no sentían mejoría. La pregunta sería ¿están esperando que haya un muerto para recién actuar o que nuevamente Tacna salga a las calles para exigir que se respete a personas que también son tacneños y que sólo piden más agua para la agricultura y ganadería, de la cual dependen para vivir?
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